DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DE SINDROME PREMENSTRUAL. (SPM).
Este artículo también es un resumen del documento de la SEGO del 2004, actualizado en el 2010, cuyos autores quedan expuestos a continuación.
DIAGNOSTICO
Teniendo en cuenta que el SPM es un conjunto de síntomas que aparecen y desaparecen, temporalmente, en un determinado momento del ciclo, que afectan a la calidad de vida de la mujer; pero que no se acompañan de alteraciones físicas o bioquímicas evidentes, su diagnóstico debe de basarse, fundamentalmente, en una adecuada anamnesis, que tiene que incluir los siguiente puntos:
- Presencia de síntomas concordantes con SPM.
- Momento de la aparición de estos síntomas. (En la fase lútea).
- Momento de la desaparición de los síntomas. (En la fase folicular).
- Días libres de síntomas.
- Intensidad de estos síntomas. (Interferencia con la actividad sociolaboral de la mujer).
- Descartar la presencia de otros cuadros con síntomas parecidos.
La manera más adecuada de constatar y reflejar estos síntomas y sus características consiste en rellenar, por parte de la mujer, al menos durante dos ciclos, un cuestionario de forma prospectiva. Existen muchos cuestionarios. Expongo a continuación uno de ellos, de fácil interpretación y realización. El día 1 corresponde al primer día de la menstruación.
La exploración clínica y las exploraciones complementarias pueden resultar útiles para descartar otras patologías que presentan una sintomatología parecida. Las determinaciones hormonales no aportan nada y no están indicadas. En algunos casos, es necesaria la valoración psiquiátrica para descartar alguna enfermedad psicológica.
Un correcto tratamiento debe de basarse en el cumplimiento de los:
CRÍTERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA UNIVERSITY OF CALIFORNIA, SAN DIEGO (UCSD)
1.- Se requiere la presencia de, al menos, uno de los síntomas afectivos y físicos, durante los cinco días previos a la menstruación, en cada uno de los ciclos menstruales analizados.
Afectivos.
- Depresión.
- Irritabilidad.
- Confusión.
- Aislamiento social.
- Fatiga.
- Enfados repentinos.
Físicos.
- Tensión mamaria.
- Hinchazón abdominal.
- Cefalea.
- Hinchazón en extremidades.
2.- Los síntomas deben de mejorar entre cuatro días del inicio de la menstruación, sin recurrencia, hasta, al menos, el día 12 del ciclo.
3.- Los síntomas están presentes en ausencia de tratamiento farmacológico, tratamiento hormonal, o consumo de drogas o alcohol.
4.- Ser causantes de disfunción social o económica.
- Discordia marital o de relación de pareja confirmada por el compañero.
- Dificultad en relaciones familiares.
- Pobre rendimiento escolar o laboral.
- Aumento aislamiento social.
- Problemas con la ley.
- Ideas de suicidio.
- Búsqueda de atención medica por síntomas somática.
TRATAMIENTO.
Dado que la etiología del SPM no está del todo aclarada y puede ser diversa, resulta, a veces, difícil de realizar un tratamiento etiológico, por lo que, frecuentemente, recurrimos a tratamientos sintomáticos dirigidos a aliviar los síntomas que más molesten a la mujer.
TRATAMIENTOS HORMONALES.
Anticonceptivos orales.
Está plenamente demostrado que los ACOs que, como gestágeno, contienen la Drospirenona, son el mejor tratamiento para el SPM. Por lo tanto es el tratamiento de primera elección, sobre todo, si la mujer desea también un método anticonceptivo y no los tiene contraindicados.
Progesterona.
Ha sido utilizada por casi todas las vías posibles: Oral, vaginal, rectal, intramuscular o local. Los estudios más recientes no han demostrado su utilidad en el SPM, por lo que no está indicado su uso.
Danazol.
Es un antiestrógeno utilizado con buenos resultados en la Endometriosis; pero que por sus efectos secundarios no merece la pena ser utilizado en el SPM. Salvo en casos severos (en los que hayan fracasado otras alternativas) a bajas dosis y en cortos periodos de tiempo.
Analogos de la GnRH.
Empleados cuando se necesita una supresión total de la función ovárica (cáncer de mama, endometriosis, miomas, etc.) han demostrado su eficacia como tratamiento del SPM. No obstante, sus efectos secundarios (sintomatología climatérica, osteoporosis, etc.) los hacen desaconsejables, salvo en casos severos de Trastorno Disfórico Premenstrual.
TRATAMIENTO QUIRURGICO.
Ooforectomía bilateral.
Consiste en la extirpación de los dos ovarios. Habitualmente se acompaña de extirpación de las trompas (Anexectomía). Simultáneamente se puede realizar la extirpación del útero (Histerectomía). Como resulta lógico, la extirpación de los ovarios, con o sin útero, al suprimir la producción de estrógenos y progesterona, mejora la sintomatología del SPM. Aunque parezca una barbaridad, tengo algunos casos de mujeres afectadas por unas jaquecas insoportables que desaparecieron y mejoraron su calidad de vida, después de esta intervención quirúrgica.
TRATAMIENTO CON PSICOTROPOS.
Antidepresivos.
La Fluoxetina, la Sertralina y la Paroxetina son los antidepresivos que han demostrado ser más eficaces frente a síntomas psíquicos y físicos del SPM; aunque no mejoran las cefaleas. No obstante, sus efectos secundarios: Disminución de la libido, nauseas, insomnio, etc. limitan su uso y hacen recomendable utilizarlos a pequeñas dosis y solo durante los días que aparecen los síntomas.
Ansilolíticos.
El Alprazolan y la Buspirona son útiles como tratamiento del SPM; pero sus efectos secundarios también aconsejan la menor dosis eficaz y su administración solo en la segunda fase del ciclo.
Psicoterapia.
En ocasiones, sobre todo en el TDPM, se necesitará la intervención del psicólogo o psiquiatra.
MEDIDAS HIGIÉNICO-DIETÉTICAS Y ACTIVIDAD FÍSICA.
Aunque las mejoras nutricionales no han demostrado su eficacia en el SPM siempre es recomendable el realizar una dieta adecuada, repartida en 5 comidas, pobre en azucares, grasas y sal. También es recomendable el evitar el café, tabaco y el alcohol.
El ejercicio físico bien programado puede mejorar los cambios de carácter o la depresión.
En relación con la aportación complementaria de vitaminas o minerales, solo la administración de unos 1200 mg de Calcio al día ha demostrado que mejora el SPM.
TERAPIAS ALTERNATIVAS.
La Acupuntura y la Homeopatía no han demostrado su utilidad.
El fruto del Sauzgatillo también conocido como “pimienta de los monjes” en algunos estudios, ha demostrado que puede ser una buena alternativa terapéutica.